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1. Escojan un destino apropiado

Si bien todos viven en la misma casa, cada persona de la familia lleva una rutina muy diferente y sus expectativas de unas vacaciones varían; así que el destino debe tener un encanto para cada miembro de la familia. Generalmente la palabra “playa” es como un canto que ilumina los ojos de todos, pero si ya han ido muchas veces pueden variar un poco y conocer parques naturales, pueblos mágicos o ciudades vibrantes de arte y cultura. La idea es que el paseo genere entusiasmo, lo que a su vez garantiza que todos viajen con buena disposición.

2. Reserva con anticipación

A menos que sean una de esas familias súper aventureras que con su carpa mágica pueden pasar la noche cómodamente donde sea y disfrutar de noches acogedoras bajo las estrellas, te recomendamos reservar ya tus vuelos y hoteles.
Con Viajala puedes encontrar las mejores tarifas, así que aquí van algunos tips:
  • Las aerolíneas de bajo costo suelen tener condiciones estrictas de equipaje, así que en este caso puede ser más cómodo (incluso barato) volar en una aerolínea tradicional para que no tengas que preocuparte por peso, número de piezas, medidas, etc.
  • Recuerda hacer el check-in en línea uno o dos días antes del viaje para que puedan escoger sillas juntos y no tengan que estar con tanta anticipación en el aeropuerto.
  • Si son una familia con varios requisitos para el alojamiento, averígua bien con el hotel antes de hacer la reserva para que no se lleven sorpresas. Por ejemplo, temas de ventilación, dietas especiales, facilidades, ubicación y acceso a transporte público…

3. Viajen durante la noche

Tanto para los niños como para los padres, es recomendable viajar en la noche para que aprovechen esas horas de descanso. Por ejemplo, si les espera un viaje largo y tienes a tus hijos ocupados todo el día, apenas se monten en el avión (o bus o carro), se pondrán cómodos y a dormir. Además, pueden reforzar esta intención con una infusión relajante como valeriana, toronjil, tila o pasiflora.
Otro beneficio es que tendrán todo el día para organizar los últimos detalles y salir con tiempo de casa, sin necesidad de esas madrugadas que descuadran a cualquiera y tiene a los niños a mil justo cuando los necesitan más tranquilos.

4. Lleven equipaje cómodo

Por dentro y por fuera, así que vamos con lo primero. Si los niños ya están en edad de llevar lo suyo, permíteles llevar cómoda y orgullosamente sus maletas coloridas de muñequitos, de esas que se arrastran y no requieren de mayor esfuerzo. Y si ya son más grandes y el viaje es más aventurero que sedentario, entonces las mochilas al hombro con refuerzos en la cadera para repartir el peso son lo mejor para toda la familia. Aunque lo más recomendable es llevar el menor peso posible, ya que unas auténticas vacaciones son para relajarse, descansar y salir de la rutina (incluso de alistarse durante horas para salir cada día).

5. Revisa y guarda bien los documentos

Repasa con tiempo todo lo que deben llevar en cuanto a identificaciones, pasaportes, licencia de conducir, certificados de vacunas, carnés de seguro, recetas médicas, etc. Una vez que todo esté completo y con fecha vigente, es mejor que una sola persona de la familia sea la encargada de conservar los documentos originales (con excepción de las identificaciones) y que otra sea la que lleva copias a color de lo más importante.
Esto porque en viajes familiares es muy común que las distracciones, la emoción o el cansancio hagan que algunos se despisten y olviden llevar algo,dejen la maleta o cartera en el baño o pase cualquier imprevisto. De esta manera, si la persona responsable (mamá o papá) lleva los papeles más importantes en una cangurera de esas que se cargan en todo momento, ahí estarán seguros.
Y para ser más precavidos, si hay otro responsable que lleve las copias a color de los documentos originales, pueden viajar más que tranquilos.