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  • Cree su propio plan para el consumo mediático de su familia. ​El consumo mediático debe hacerse de acuerdo con los valores y el estilo de crianza de su familia. Cuando el consumo mediático se hace reflexivamente y de forma adecuada, puede mejorar la vida diaria. Pero, cuando se hace sin pensarlo mucho y de forma inadecuada, puede reemplazar actividades importantes, tales como la interacción o relaciones personales, el tiempo para la familia, el juego al aire libe, el ejercicio y el tiempo de inactividad para estar desconectado y para dormir.
  • Lidie con el mundo mediático como lo haría con cualquier otro entorno en la vida de su niño. Las mismas pautas de la crianza se aplican en ambos, el mundo real y el medio virtual. Fije límites; los niños los esperan y los necesitan. Conozca a los amigos de sus niños, tanto en línea como fuera de esta. Sepa qué plataformas, software y aplicaciones están utilizando sus niños, qué lugares visitan en la red y qué hacen sus niños cuando están en línea.
  • Fije límites y anímelos a tomar tiempo de recreo. El uso de la tecnología, como el resto de las actividades, debe tener límites razonables. El juego no estructurado y fuera del mundo digital estimula la creatividad. Haga del tiempo libre de dispositivos digitales una prioridad diaria, especialmente para los niños muy jóvenes.
  • Ver pantallas no debe ser siempre ​una actividad solitaria. Ver​ juntos, jugar juntos y participar con sus niños en las actividades que realizan con sus pantallas fomenta las interacciones sociales, el aprendizaje y estrecha lazos. Juegue videojuegos con sus ​niños. Es una buena forma de mostrarles un buen espíritu deportivo y las normas de un buen juego. Vea un programa con ellos; tendrá la oportunidad de compartir sus propias experiencias y perspectivas de la vida, así como darles consejos. No se limite solo a supervisar el tiempo que pasan en línea, sino que participe con ellos para que se pueda enterar de lo que están haciendo y ser parte de sus actividades.​
  • Sea un buen ejemplo. Enseñe y sea un buen ejemplo de amabilidad y de buenos modales en línea. Y, debido a que los niños son grandes imitadores, limite su propio uso mediático. De hecho, usted estará más disponible y conectado con sus niños si está interactuando, abrazando y jugando con ellos en lugar de estar embelesados frente a la pantalla.
  • Sepa el valor de la comunicación frente a frente. Los niños más pequeños aprenden mejor a través de la comunicación bilateral. La práctica de hablar de acá para allá (recíprocamente) con su niño es crítica para el desarrollo del lenguaje​. Las conversaciones pueden ser frente a frente, o si es necesario, por chat de video, cuando un padre tiene que viajar o con un abuelo que vive lejos. Los estudios de investigación han demostrado que la comunicación bilateral mejora las destrezas del lenguaje —mucho más que el escuchar pasivamente o la interacción unilateral con la pantalla.
  • Limite el uso de medios digitales de los miembros más jóvenes de la familia. No permita que los niños pequeños y menores de 18 a 24 meses usen medios digitales con excepción de video llamadas (chats de video). Vea los medios digitales juntos con niños entre 18 y 24 meses de edad porque ellos aprenden cuando los miran y hablan con usted. Limite el uso de pantallas de los niños en edad preescolar, entre 2 y 5 años, a sólo una hora al día de programación de alta calidad.​ Vea los programas juntos con los niños pequeños tanto como pueda. Los niños pequeños aprenden más de las experiencias reales que de lo que aprenden en una pantalla. Así que si, Enrique (el de Plaza Sésamo) le enseña la letra D, usted puede repetir esto más tarde cuando esté cenando o pasando tiempo con su niño.​