Seleccionar página

1. EL ESPACIO

Conviene limitar un espacio en el que realizar tu trabajo. Si no puede ser una habitación, basta con que definas un sitio que te permita trabajar. A partir de ahora será tu lugar de trabajo. Puri Paniagua, digital & tech regional head Iberia & Latam de Pedersen and Partners, explica que es poco profesional atender llamadas con ruido familiar o doméstico, además de que desconcentra.

2. LA JORNADA

Establece un horario similar para cada día laboral y que difiera del de los días de descando. Eva Rimbau, profesora de Recursos Humanos en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), señala que “la jornada laboral no debe exceder las ocho horas y debe cumplir con los requisitos fijados por la empresa, si lo hubiera”. La especialista destaca que es importante que se ajuste a las necesidades del profesional y de la compañía: “Existen empresas que exigen que todo el equipo coincida trabajando en determinada franja horaria”, advierte.

Marta Romo, socia directora de Be-Up, apuesta por empezar pronto a trabajar y, después, dedicar tiempo a entretenerse juntos, es decir, no ir a destiempo del resto de las personas con las que se convive”. Siempre y cuando sea posible, claro está.

3. AGENDA

Paniagua afirma que es fundamental tener claros los objetivos del día. Propone planificar los eventos del día, por la mañana y por la tarde, y determinar qué objetivos hay que cumplir. “Con ello sabes si puedes aceptar urgencias. Si te llegan tareas no planificadas que no pueden ser absorbidas, puedes negociar con quién te las impone posponer otras”.

4. CONCENTRACIÓN

Centrarse en una tarea cada vez y evitar distracciones. Rimbau aconseja cerrar todas las redes sociales, “excepto alguna que sirva para trabajar. Si es posible, dejar fuera del alcance de la mano el celular y cerrar aquellas pestañas del navegador, salvo las que se necesiten”.

5. UNA COSA A LA VEZ

“Menos es más”, sentencia Romo, quien recomienda dejar a un lado la multitarea. “El peor distractor es nuestro propio aburrimiento y la curiosidad. Puedes comprobar cuántas ventanas mantienes abiertas al mismo tiempo en tu ordenador, mientras realizas una misma tarea. En promedio, solemos cambiar de ventana o programa unas treinta y seis veces por hora, y en días de trabajo podemos visitar hasta 40 páginas web distintas”.

Insiste en que la ciencia demuestra que no podemos abarcar más de cuatro conceptos a la vez cuando uno de ellos es nuevo: “Si hablamos de tareas, funcionamos solo con dos al mismo tiempo. El cortex prefrontal divide literalmente su atención en estas dos tareas; cuando entra una tercera no hay espacio atencional suficiente y solemos errar y estar más estresados”.