1. No te agotarás tan fácilmente
Nuestra cultura define el valor de una persona por su nivel de productividad. Es una carrera de ratas: después de todo, la única manera de ganar es saltarse el almuerzo y correr a todo vapor. Estar a solas permite descansar de la tiranía de la productividad. Paradójicamente, encontrar tiempo para no hacer nada te volverá más eficiente.
2. Podrás olvidarte de los problemas del futuro
Alan Watts cree que nuestra frustración y ansiedad está arraigada en nuestra desconexión del presente y nuestra ilusión, que se aloja en el futuro. El silencio nos vuelve conscientes del presente, el tiempo y espacio donde se experimenta la felicidad real.
Aunque las hipótesis, abstracciones y predicciones son necesarias para los empresarios, pueden crear una ansiedad innecesaria. En cambio, el silencio y la soledad nos sacan de la especulación y nos sumergen de nuevo en el presente.
3. Mejorará tu memoria
Realizar un paseo a solas por un entorno natural estimula el crecimiento del cerebro en la región del hipocampo, lo que se traduce en una mejor memoria.
Según los evolucionistas, estar en contacto con la naturaleza despierta nuestra memoria espacial, tal como sucedía cuando nuestros ancestros iban de caza. En ese entonces, recordar dónde encontrar comida y evitar a los depredadores se volvió esencial para sobrevivir. Tomar un paseo a solas proporciona al cerebro una atención ininterrumpida y ayuda a consolidar la memoria.
4. Se fortalecerán tu intención y acción
El psicólogo Kelly McGonigal afirma que durante el silencio somos capaces de cultivar una intención que nos motiva a tomar una acción. En este estado de reflexión mental, McGonigal recomienda hacerte tres preguntas:
“Si cualquier cosa fuera posible, ¿a qué le darías la bienvenida o qué crearías?”
“Cuando me siento más valiente e inspirado, ¿qué ofrezco al mundo?”
“Cuando admito que sufro, ¿con qué quiero hacer las paces?
Deshacerse de la mente crítica permite que la imaginación y las emociones positivas construyan una intención inconsciente y agreguen combustible a nuestras metas.
McGonigal explica: «cuando te acostumbras a pensar en las cosas de esta manera, comienzas a obtener ideas completamente diferentes a que si trataras de responder esas mismas preguntas de manera intelectual”.
5. Aumentará tu autoconciencia
A menudo, las reacciones viscerales se acompañan por remordimiento. Y es que una mala decisión puede arruinar tu negocio. Esto es más posible cuando nos gobiernan nuestras acciones desprovistas de razón. Cuando estamos en silencio, hacemos espacio para que la autoconciencia tome control de nuestras acciones, en lugar de ser controlada por ellas.
Descansar de las voces externas nos pone en sintonía con nuestra voz interior, y es esa voz interior la que impulsa nuestras acciones. Estar consciente de nuestros pensamientos nos permite tener un mejor control externo.
La soledad te convierte en un observador de tus pensamientos