1 – Motívate
Piensa en las razones por las que quieres estudiar: visualiza el futuro y cómo te gustaría estar de aquí a diez años. La verdad es que, si bien un título universitario no asegura una vida resuelta, sí abre el camino hacia mejores oportunidades.
2 – Piensa en que tendrás tiempo para todo
La verdad es que muchas veces resulta más divertido quedarse en un parque al sol, salir con amigos, mirar la televisión o hacer cualquier actividad de ocio antes de cumplir responsabilidades. Pero por eso siempre debes tener presente que con tu estudio te estás jugando en cierta forma el futuro, y que al final siempre habrá tiempo para hacer cosas divertidas después de cumplir con tus tareas.
Sin embargo, si no estudias en el momento que tienes la oportunidad, hacerlo más adelante será bastante más complicado (aunque nunca es tarde, claro).
3 – Explora diversas técnicas de estudio
Existen varias técnicas de estudio y no es verdad que solo puedes hacerlo de memoria, aunque memorizar ciertas cuestiones es imprescindible. Investiga acerca de diferentes opciones hasta que encuentres la que se adapta más a tu forma de aprender.
4 – No te distraigas
Las distracciones son el peor enemigo de los estudiantes y son un error a la hora de estudiar. Cuestiones como Facebook, Whatsapp, televisión y todos los dispositivos electrónicos y no electrónicos que te roben el tiempo debes dejarlos de lado durante el rato que utilizas para estudiar.
No sirve de nada estar 5 horas frente a un libro mirando tu Smartphone cada diez minutos. Lo mejor es que, aunque te tomes menos tiempo, ese rato realmente rinda.
5 – Presta atención en clase
Prestar atención en clase te allanará la mitad del camino a la hora de estudiar, y más aún si lo acompañas con apuntes. Cuando prestas atención en clase, además, puedes hacer las preguntas pertinentes para resolver tus dudas sobre un tema o material de estudio concreto.
6 – Descansa lo suficiente
Si no duermes bien te será imposible concentrarte tanto en clase como a la hora de estudiar, ya que tu cuerpo y tu cerebro estarán cansados y así no hay quien pueda aprender nada nuevo. Tanto el buen descanso, como llevar una buena alimentación son fundamentales para el rendimiento y productividad de cualquier persona.
7 – Prioriza las materias que te cuestan más
Comienza a estudiar o a resolver deberes con las tareas que tienen más dificultad. Dedícales a éstas más tiempo y, si tienes varios trabajos que presentar, siempre empieza por los más difíciles.
El primer rato de estudio será el que concentre tu punto más alto de atención y, normalmente después de unas horas, esta irá en total descenso. Así que, aprovecha esos momentos en los que estás más despierto para dedicarle tiempo a lo que más te cuesta.
8 – Apóyate en material en internet
El primer material que debes tener en cuenta es el que recomienda el profesor; pero si sientes que con éste más las explicaciones en clase aún sigues sin entender un tema, busca más información al respecto en internet, en fuentes de calidad y confiables. Si, por ejemplo, no entiendes un ejercicio matemático, investiga tutoriales que te expliquen los pasos a seguir para la resolución.
Si lo que tienes es que estudiar un tema histórico, además de, por supuesto, leer el material asignado, también puedes mirar una película o documental al respecto de ese tema puntual. También existen los podcasts educativos o un sinfín de recursos más donde apoyarte para aprender y profundizar sobre diversos temas.