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1. Empieza tu rutina con antelación

No puedes pretender irte a la cama alrededor de las 2:00 y sobrevivir a tu alarma resonando a las 6:45. Así que, aproximadamente una semana antes de que empiecen las clases, veta a la cama a una hora razonable y levántate temprano. Esto es mucho mejor que tener que empezar el día con 10 tazas de café.

2. Haz una lista de tareas pendientes

Haz una lista de todo lo que necesitas comprar y todo lo que necesitas hacer. Te sentirás más realizado y capaz de luchar contra un enemigo peor que los abusones: la falta de resolución.

3. Prepárate la noche anterior

Si te pareces en algo a mí, probablemente necesites una hora por las mañanas para encontrar la ropa que vas a llevar. En vez de eso, elige tu ropa y prepara tus cosas la noche anterior. Esto te ahorrará mucho tiempo por la mañana, así que podrás dormir más o incluso desayunar dos veces. #triunfo

4. Desayuna. En serio

¡Come! Todos los días. Esto te dará la energía y concentración que necesitarás a lo largo del día. Recuerda, tu cerebro necesita combustible, igual que tu coche.

5. Planifica tu ruta

¿Vas a ir conduciendo? ¿En bicicleta? ¿En tren? Asegúrate de planificarlo, para tener por lo menos la oportunidad de llegar a tiempo. Y asegúrate de que llevas contigo tus dispositivos y de que están completamente cargados, no hay nada peor que quedarse sin batería en el smartphone de camino a la escuela o universidad, o que olvidar tus auriculares en casa y tener que escuchar a tu vecino de asiento hablando en voz alta por teléfono a las 6 de la mañana.